lunes, 30 de mayo de 2011

Las correcciones de Jonathan Franzen

A la espera de su nueva novela "Freedom", se puede decir que nos encontramos con la gran novela americana de principios del siglo XXI, donde también incluyo "Middlesex" de J. Eugenides.
Aquí se tratan todos los temas capitales: amor, lealtad, respeto, deseo; y también muerte, envidía, ambición, avaricia. Y todo ello a través de una familia media del medio oeste americano, la familia Lambert, formada por el padre Albert, la madre Enid y sus hijos Gary, Chip y Denise; y lo que a ellos les ocurre es perfectamente extrapolable a toda la sociedad americana de finales del siglo XX.
Todo el relato se vertebra a partir de Albert Lambert, una vez jubilado de su trabajo de ingeniero en la Midland Pacific, aquejado de Parkinson y con inicios de demencia senil. Alfred es una persona que ha dedicado su vida al trabajo y a la rectitud del comportamiento humano, "donde el amor no consistía en acercarse, sino en mantenerse alejado" ; mientras tanto, su mujer se ha visto relegada a la tarea exclusiva de la casa y cuidados de sus tres hijos, los que ahora, una vez fuera del entorno familiar, consideran a su madre una persona inaguantable y egocéntrica. Su gran misión en estos momentos es reunir a toda la familia en la que puede ser la última cena de Navidad con Alfred en conocimiento de todos sus sentidos y en ello va a dedicar todo su esfuerzo. Sus hijos, en cambio, lo que no quieren es verse reflejados en sus padres, aunque estén indisolublemente unido a ellos, Gary es un neuroasténico avaricioso y capitalista; Chip es un pervertido con un gran complejo de inferioridad y Denise es ambigua e indecisa. A lo largo del relato, con diversidad de estilos y en gran cantidad de detalles, se nos da la información necesaria para hacernos la idea de dónde vienen y hacia dónde van cada uno de los miembros familiares, hasta alcanzar un final escalofriante, desolador y demoledor.

6 comentarios:

  1. El contenido de esta entrada me ha hecho recordar a un enorme escritor americano contemporáneo, Richard Ford, cuyas obras ("El periodista deportivo", "El día de la Independencia") creo que son un extraordinario reflejo de cómo respira esa inabarcable sociedad que es la estadounidense. Tiene buena pinta, el libro de Franzen; lástima que se acumulen tantas lecturas pendientes...

    Un saludo.

    P.D. Aún tengo que escribir mis comentarios como anónimo, ya que no tengo cuenta de google, ni AIM ni esas cosas raras. Espero que pronto pueda rubricar mis impresiones personalmente. Ciao.

    ResponderEliminar
  2. Simplemente comentarte que te ha faltado mencionar "Acción de gracias", donde el gran R. Ford, culmina su trilogía. Se puede decir que su protagonista, Frank Bascombe, ha evolucionado a lo largo de sus tres novelas, separadas cada una por una década, mostrándonos como han ido cambiando los patrones de la sociedad en que se mueve.

    Por otro lado, espero que dejes el anonimato y te presentes en sociedad con apodo y avatar. Hasta la próxima.

    Fdo.: J.A.Morales

    ResponderEliminar
  3. Hola chato,

    Te adjunto un enlace muy interesante de un colega mío:

    http://talleresdeescrituracreativa.blogspot.com/2011/06/escribir-un-cuento-una-tesis.html

    O cómo crear un cuento mientras plantas unos tomates...

    Un abrazo
    Tu buen amigo Monito

    ResponderEliminar
  4. Una vez leído el cuento, parece que es de una persona que empieza y hay cosas que se podrían mejorar como la quema rastrojos - sería mejor eliminar las malas hierbas - y lo de plantar arbustos en un huerto; sí está bien la idea de las segundas historias a partir de la diversidad de los elementos plantados. Te animo a seguir intentándolo, yo no me atrevo, ya me cuesta bastante escribir unas pocas líneas en mi blog.
    Por cierto, si el huerto está lleno de barro, adiós a la cosecha.

    ResponderEliminar
  5. Está claro que lo tuyo no es la literatura porque me gustaría saber cuál es tu capacidad para describir en 5 minutos lo que es para ti un cuento.

    Un poco más de sensibilidad! Gracias! :D

    ResponderEliminar
  6. Por el comentario de Anónimo intuyo que el cuento sobre el que he dado mi opinión se ha realizado en cinco minutos, cuando lo lei no sabía si tardó cinco minutos o cincuenta. Desde mi posición me dedico a comentar - basando mis opiniones en hechos - lo leído, visto y escuchado; eso implica que no sea políticamente correcto, no me dedico a lisonjear por quedar bien. La idea del cuento es buena, su plasmación no tanto; seguro que si hubiera tenido más tiempo habría pulido el texto y le habría quedado mejor.
    Lo importante es el hecho de hacerlo, ya he comentado que hace falta valor para plasmar en un papel cualquier cosa, aunque desde aquí lo intento hacer la mayoría de los días; habrá gente que lo vea bien y gente que no, no sólo puedes esperar a que te aplaudan.

    ResponderEliminar