miércoles, 18 de mayo de 2011

Los años dulces, tomo 1 de Jiro Taniguchi

El gran Jiro Taniguchi, basándose en la novela "El cielo es azul, la tierra blanca" de Hiro Kawakami, vuelve a adentrarse en el temática principal de sus historias: las relaciones humanas, tanto a nivel personal como entre iguales.
En este caso nuestra protagonista es Tsukiko, una chica soltera cercana a la cuarentena, con miedo al compromiso y que disfruta de su soledad. Aunque ha tenido la opción de casarse y tener marido, ha sido reacia a esa situación, ya que no encuentra la persona con la que sentirse a gusto. Eso no le impide disfrutar de los placeres de la vida, principalmente de la comida y la bebida, por lo que es asidua a las tabernas, las cuales visita frecuentemente; en una de ellas, es donde toma contacto con su antiguo profesor Matsumoto, o mejor dicho, es él quien inicia la conversación, ya que ella es incapaz de reconocerlo al principio.
A partir de ahí, en estos encuentros - hay que denominarlos así ya que no hay cita previa, sino que aparecen cada uno por su cuenta en la taberna - deciden compartir asientos contiguos, empiezan a charlar y finalizan cada uno pagando lo suyo. De esta manera los encuentros se van haciendo más constantes, y lo que empezó siendo casual se convierte en una rutina, surgiendo entre ellos amistad y complicidad.
Todo en esta novela gráfica se decanta por lo sutil y delicado, esas pequeñas imágenes donde un poco lo es todo: el servicio del sake, las miradas de soslayo, los paseos nocturnos, ... La diferencia de edad, unos treinta y tantos, no es óbice para que se encuentren en perfecta sintonía. Al final de este primer tomo, en una fiesta anual de antiguos profesores y alumnos, un encuentro de Tsukiko con un antiguo compañero, hace que sus sentimientos afloren, dejándome con una sensación de vacío hasta la publicación del siguiente tomo.

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