Menos mal que yo he estado en El Bohío y puedo opinar de la virgen que me contempla mientras estoy comiendo.
Pues yo también me sentí iluminado cuando comí en El Bohio. Lo cierto es que la mezcla de imaginería kitsch del local con la comida telúrica con toques de modernidad lo hace un lugar muy especial.
Menos mal que yo he estado en El Bohío y puedo opinar de la virgen que me contempla mientras estoy comiendo.
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