Suede - Dog man star de Suede / Reedición

Suede saca al mercado su primer disco, "suede", en el 93, pero anteriormente ya habían editado unos primeros sencillos que coparon las listas de los más vendidos, convirtiendo a la banda en el hype del momento, ¿había razón para ello?. Sí, tanto "the drowners" como "metal mickey" demostraban el potencial necesario como para tenerles en cuenta, además de que en las islas no había ningún grupo a lo que agarrarse, tras la explosión del grunge en EE.UU.
Aquí confluían el glam con unas letras lo suficientemente controvertidas para dar más carnaza a la prensa y un tándem formado por Brett Anderson-Bernard Butler, que recordaba al mítico y añorado de The Smiths, la apuesta era ganadora.
Lo que ofreció "suede", además de una de las portadas más ambiguas de la historia, fue lo que nos mostraron los dos primeros sencillos editados, en una mayor cantidad y en la misma línea de calidad. No era un conjunto homogéneo de canciones, se puede diferenciar claramente entre los temas potentes y las bellas baladas que se van intercalando, todo ello mezclado sin ningún hilo conductor, donde brillan la voz feminizada de Anderson, la guitarra afilada e incisiva de Butler y una batería poderosa de Gilbert, además de los teclados, sintetizadores y unas cuerdas que dan empaque a este gran debú, donde destacaría el trío final de canciones del disco.
Todo lo contrario ocurre con "dog man star". El disco se gesta con la semilla de la discordia entre la bicefalia del grupo y es finalmente Butler quien abandona el grupo tras la grabación del disco. El resultado es más sombrío, reposado,  personal, melódico y homogéneo, aunque con las mismas marcas de la casa, ya evidente desde el primer corte "introducing the band" hasta el final "still life", canción que finaliza el disco. Entre ambas destacan canciones como "the wild ones", "the power", "the 2 of us", "still life" y "new generation", canción que se sale de las directrices del álbum como un rayo de luz de entre la bruma. Mención aparte, destacar el gran trabajo de la orquesta sinfónica de Londres conducida y arreglada por Brian Gascoigne, perfectamente integrada en este gran disco de los 90.
También se ha reeditado el resto de la discografía del grupo, que aunque mantuvo el tipo con su siguiente álbum, el notable "Coming up", cayó en picado con sus dos siguientes, "Head music" y "A new morning".