viernes, 16 de septiembre de 2011

Watch the throne de Kanye West & Jay Z

Una cosa está clara, Kanye West y Jay Z no sólo son compañeros de escudería, Roc-A-Fella, sino que son dos colegas a la fuerza, estableciéndose entre ellos una relación simbiótica que va más allá de la amistad.
West ya era un productor reconocido cuando Jay Z lo ficha, entre otros, para su disco "The blueprint", donde destaca en la canción "Izzo (H.O.V.A.)", y desde ahí se hacen inseparables. Ante la insistencia de West, que quiere su oportunidad de ponerse delante del micro y producir su propio disco, es Jay Z quien le da alternativa en su sello con "The college dropout"; el resto es historia.
Y lo que podría haber sido un simple pasatiempo y capricho entre colegas, se ha convertido en un disco más que notable. Un disco ecléctico, donde caben distintos géneros como hiphop (no church in the wild), r'n'b (lift), grime (ni**as in Paris), soul (Otis), old school (that's my b**ch), hiphop abstracto (who gon stop me), pop (made in America); salpicado de samples de grandes como Otis Redding, James Brown, Nina Simone; y además aderezado por las colaboraciones del calado de Frank Ocean (del colectivo Odd Future), Beyoncé, The-Dream, Kid Cudi, ...
Y en las letras los chicos se explayan en lo que son buenos, fardar, vacilar, chulear, ...; saben que están por encima de todos y lo demuestran claramente en "Otis", "gotta have it", "that's my b**ch"; pero también quieren darle un barniz social y comprometido, como en "new day", donde le dan lecciones a sus hijos de lo que no deben hacer, simplemente no seguir su ejemplo; y en "murder to excellence", donde los jovenes negros son las víctimas de la calle y nunca se encuentran en las altas esferas de la sociedad.
Sí, podemos mirar el trono y ver que son reyes por derecho propio.

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