comprometidas y sociales. Una mirada nada agradable de la sociedad contemporánea, desde su particular punto de vista tan contrario al idílico estado de bienestar que últimamente estamos perdiendo, que nos muestra en imágenes, actitudes y comportamientos que nos hacen repudiar la malsana e incomprensible moral de los ciudadanos. Una sociedad donde el bien personal está por encima del comunitario, aunque en esta estupenda "El niño de la bicleta", un rayo de luz ilumina el final de la película.
Al igual que en su excepcional "El hijo", donde el protagonista de la historia era un chico que había asesinado a otro y que gracias a un programa de reinserción empieza a trabajar en un taller de carpintería, cuyo jefe es el padre del asesinado; aquí el joven Cyril es abandonado por su padre, asesinándolo moralmente, en un centro de menores.
El hecho es que Cyril se niega a aceptar la realidad de su abandono y rebela ante ella, poniendo todos los medios para alcanzar el amor que su padre le niega. La aparición de Samantha, una treintañera que se hará cargo de él los fines de semanas gracias a un encuentro fortuito y desesperado, será el cabo al que se agarre, no para buscar comprensión y cariño, sino para conseguir su independencia. Tras un acto reprobable, debido a las malas compañías que bien Samantha le conminaba a evitar, Cyril encontrará su lugar en el mundo, no sin dolor, tanto físico como moral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario