Las aventuras de Tintín: El secreto del unicornio de Steven Spielberg

En esta entretenida película firmada por Steven Spielberg, se dan muchas de las cualidades que impregnan su cine en su versión más lúdica y aventurera. Siempre se ha dicho que Indiana Jones bebía bastante de los caracteres de Tintín, así que nada mejor que ir al original y trasladarlo a la pantalla.
Este "El secreto del Unicornio" se basa, principalmente, en tres álbumes: "El cangrejo de las pinzas de oro", "El secreto del Unicornio" y "El tesoro de Rackham el Rojo", adaptados a la pantalla no de manera fiel, sino como una base sólida de la que saldrán las líneas maestras de la aventura, aderezadas con muchos guiños comiqueros. Para que ésta tenga más consistencia, nada mejor que enfrentar a un malo con un pasado que vengar, ante su descendiente contemporáneo, humillándolo e intentado acabar con él. Junto a esta premisa, aparecen los todos los clásicos personajes del cómic, sólo falta el profesor Tornasol, y nos vemos involucrados en una aventura que transita por tierra, mar y aire. El mayor contraste entre los distintos medios sería que ante la luminosidad del cómic, nos encontramos ante una película oscura, donde una gran parte del relato sucede de noche y en espacios cerrados. Por el contrario la acción está asegurada durante casi todo el tiempo, donde destacan el abordaje de los navíos y esa persecución inverosímil, trepidante y espectacular, rizando el rizo en movimientos de cámara y generando un plano-secuencia infinito, donde uno se queda sin aliento.
En una reciente entrevista le preguntaron a Spielberg cuál era su álbum favorito, él se negó a contestar ya que pensaba que si todo funcionaba bien con esta película, quería cerrar la trilogía con él. Parece claro que en un par de años sabremos la respuesta.