viernes, 9 de diciembre de 2011

Boardwalk empire, primera temporada

Nos encontramos a finales de 1919, justo antes de que la Ley Seca esté a punto de instaurarse. Así que nada mejor celebrar el nuevo año que empieza, al mismo tiempo que la prohibición, con champán o cualquier bebida espirituosa.
Por supuesto la mejor elección es el Babette's de Enoch "Nucky" Thompson (Steve Buscemi), tesorero del Atlantic City y dueño en la sombra de la ciudad en la que se centra, principalmente, la acción de esta gran primera temporada.
Tal como enuncia la tercera ley de Newton, toda acción produce una reacción en sentido contrario. Si el alcohol no se puede obtener por métodos legales, habrá que conseguirlo de manera ilegal, ya que nada se desea más que lo que se encuentra fuera de la ley. Así que Nucky y toda su cohorte se meten de lleno en el negocio, otro más, del contrabando, destilación y venta de alcohol. En el bando contrario se encuentran los federales, cuyo representante en la ciudad es Nelson van Alden (Michael Shannon), un agente extremadamente fanático y religioso, cuyo objetivo es meter a Nucky entre rejas.
Pero entre medias de ambos se cuela Margaret Schroeder (Kelly Macdonald), una joven irlandesa con dos niños y embarazada del tercero. Ella decide pedir ayuda a Nucky ya que su marido está sin trabajo y debe sacar a su familia adelante. El problema es que su marido no tiene los mismos pensamientos, por lo que le quita el dinero para gastárselo en él y le da una paliza. Evidentemente sus actos llegan a oídos de Nucky, que decide tomarse la justicia por su mano, y ejecuta al sr. Schroeder, convirtiéndolo además en cabeza de turco de un atraco y asesinato, gracias a que su hermano Elias (Shea Whigham) es el jefe de la policía. Margaret se convierte así en un testigo importante para Nelson, ya que cree que fue asesinado por orden de Nucky, quien inmediatamente se enamora de ella y se convierte en su obsesión; aunque nada tiene que hacer, Margaret sabe que su objetivo es Nucky.
Como en todo nuevo negocio que se abre, muchos quieren sacar tajada, por lo que la competencia está asegurada. Lógicamente, llegan futuribles socios para que el negocio prospere en otras latitudes, y es ahí donde entra en escena Arnold Rothstein (Michael Stuhlbarg), un neoyorkino cuya única misión en esta vida es apostar y ganar, la palabra perder no entra en su exquisito vocabulario.
La tercera ciudad donde se desarrolla la acción es Chicago, adonde el joven James "Jimmy" Darmody (Michael Pitt), el ojo derecho de Nucky que vuelve a la ciudad tras el paso por la guerra mundial, tiene que huir tras salirle mal un atraco y complicarle la vida indirectamente a su jefe.
Pero Nucky también tiene su cara legal, ya que forma parte del aparato republicano, donde es importante conocer, y aún más, manejar los hilos de la política; convirtiéndose en un hombre fuerte dentro del sistema. El poder siempre tiene sus dos caras y hay que saber aprovecharlas al máximo, legitimándose cara a la sociedad, aunque sea a partir de los actos más innobles.
A partir de aquí, mezclando con dosis exactas los componentes del cóctel y agitándolo adecuadamente, se obtienen multitud de tramas, que van sucediéndose a lo largo de doce episodios, donde las situaciones pueden revertirse en función de los intereses personales de cada uno de los protagonistas; lo importante siempre es el beneficio propio y sacar tajada, la amistad no existe en los negocios. Todo ello de la mano de la HBO, y lo que ello lleva consigo, y del gran Martin Scorsese, productor y director del primer episodio, que deja su impronta en estas historias que tan bien ha tratado en el cine, destacando esos montajes en paralelo marca de la casa, como ese apoteósico final de la temporada cuando Nucky da el discurso del vencedor.

P.D.: La segunda temporada se acaba de estrenar en digital+ hace dos semanas. No se la pierdan.

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