Craso error. La música de Bradford Cox - que no se olvide que es también el cantante de ese gran grupo llamado Deerhunter - ha evolucionado desde el sonido lisérgico, psicodélico, sideral y alucinado de su inicial "Let the Blind Lead Those Who Can See but Cannot Feel", hasta convertirse en un crooner de tomo y lomo.
Pero eso no quiere decir que deje atrás sus experimentos y juegos con el sonido, sino que éstos aportan detalles y destellos a una música más clásica. Ésto ocurre en canciones como "the shakes" con sus glitchs continuos, ese final zumbador de "amplifires", el manto acuático que arropa "te amo" y, especialmente, en ese country sideral de "parallax".
Pero también deja atrás estos arreglos y se dedica a realizar canciones pop cristalinas y atemporales como las delicadas y deliciosas "Monalisa", "my angel is broken" y "lightworks", que cierra el álbum hacia una nueva dimensión: "every where I look there is a light and there is no pain".
Y como tercera pata para sostener este gran disco, nos muestra su dúctil voz, apoyada con pocos elementos para que ésta se expanda en espacio, en "modern aquatic nightsongs", donde la muerte se apodera de él: "I'm so cold I enter void I've seen such strange light calling me towards the bright/cold light", y "terra incognita" y "flagstaff", donde su voz finalmente dejará paso unos cadenciosos sonidos cósmicos.
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