viernes, 3 de febrero de 2012

Pagando por ello de Chester Brown

Chester Brown deja atrás la biografía histórica que trató en "Louis Riel", para volver a la autobiografía, como en su extraordinaria "Nunca me has gustado". Si en esta última, protagonizada por un adolescente Chester, nos mostraba lo irracional y complicado que es el amor en nuestra juventud, donde no somos capaces de demostrar y actuar en consecuencia con nuestros sentimientos; ahora en esta genial "Pagando por ello", Brown se ha convertido en un treintañero que se encuentra totalmente desilusionado con la vieja e idílica idea del romántico amor para toda la vida.
Nuestro protagonista, tras romper con su última novia Sook-Yin, o mejor, cuando ella rompe con él ya que se encuentra enamorada de otra persona sin saber si el sentimiento es recíproco, decide quedarse a vivir en el mismo piso que compartía con ella, aunque su relación sentimental, que no personal y esto es importante, haya acabado.
Afortunadamente para Sook-Yin, el sentimiento es recompensado, lo que hace que Brown visualice en primera persona una relación de pareja en toda su globalidad, ya que su novio se va a vivir con ella. Gracias a ello empieza a intuir que las relaciones románticas son un camelo, ya que a posteriori sólo traen problemas, disgustos y peleas, por lo que decide que tener novia es una tontería. Pero no tener novia implica no tener sexo, cosa que sí le apetece, con lo que llega a la conclusión de que no va tener más remedio que pagar para obtenerlo.
A través de los múltiples encuentros que tendrá con profesionales del ramo, desde el primero, donde nos muestra las dudas que le asaltan a la hora de seleccionar a la chica y los miedos y temores de ser pillado por la policía o la manera de comportarse ante la cita, hasta el último, Chester abarcará un amplio abanico de experiencias, desde muy satisfactorias hasta otras desilusionantes, las cuales quedan reflejadas y perfectamente detalladas, destacando los pensamientos cuando entra en contacto visual por primera vez con la chica y mientras está en sus labores, y evitando en todo momento que la chica dibujada pueda ser reconocida; haciendo finalmente una radiografía de ese mundo. Y lo que nos cuenta no es nada subversivo ni execrable, simplemente trata sobre chicas que tienen una forma distinta de ganarse la vida, explicándonos mediante las conversaciones que tiene con ellas, que nos son seres acomplejados ni avergonzados, son personas con las mismas inquietudes que cualquiera de nosotros, las cuales realizan un trabajo distinto a la norma.
Además de con las propias profesionales, el tema de la prostitución también lo trata con sus amigos, destacando las conversaciones con sus colegas de profesión Seth y Joe Matt, donde busca la objetividad de una actividad que parece perniciosa y tabú para la sociedad, y donde la divergencia de ideas y la confrontación es continua.
Una vez finalizado el cómic, y a modo de colofón para ahondar y profundizar sobre el tema, Chester expone en un apéndice todas sus ideas, mediante claros ejemplos, sobre su posición sobre la prostitución, enfrentándose a las ideas preestablecidas de sus detractores.

1 comentario:

  1. Muy interesante esta entrada: abre el apetito intelectual, y despierta las ganas de hincarle el diente al mencionado cómic.

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