fIN de John Talabot

Poco a poco la escena española va conquistando territorios fuera de nuestra frontera, y siempre con la electrónica como aliado. Ahí están las reseñas en la biblia Pitchfork de los discos de El Guincho, Delorean y, ahora, John Talabot.
Tras este nombre se esconde Oriol Riverola, una persona que quiere pasar desapercibida en el mundillo y que sólo se le reconozca por su música, de ahí que en las fotos promocionales nunca se vea su cara.
Es fácil introducirse en "fIN", su primer disco. Tanto como adentrarse en una selva amazónica en "Depak ine", donde a los iniciales ritmos tribales se les unen los cánticos de los pájaros y esas ranas croando, que parecen salidas de la mítica película "La selva esmeralda". Acto seguido aparece "destiny", donde canta Pional, cuyo inicio recuerda a "no será" de Fangoria, una canción lúdica para reventar la pista.
Pero no todo es fiesta, ahí se presentan "el oeste", que empieza de manera tétrica y tenebrosa, aunque luego acelere hacia una luz crepuscular; y "oro y sangre", que aun incluyendo también bases tribales, prepondera un ritmo terrorífico con voces aullando y psicofonías del más allá. En este paquete también se encuentran la introspectiva y mecánica "missing you", la primaveral "estiu" y "H.O.R.S.E.", donde a unas bases que parecen sacadas del triphop se le añaden sonidos industriales.
Pero son "when the past was present", que mejor debería llamarse "when the present is past", que recuerda al disco de los Pet Shop Boys del "Introspective"; y "so will be now", de nuevo con Pional, una puesta al día del sonido Chicago, donde John Talabot da rienda suelta a su saber, generando los dos mejores temas del álbum.
Más que el final de una trayectoria, nos encontramos ante el inicio de una formidable carrera.