lunes, 5 de marzo de 2012

La invención de Hugo de Martin Scorsese

En estos momentos no creo que nadie ponga en duda la capacidad de Martin Scorsese como director de cine. Autor de al menos tres obras maestras, les doy a elegir entre su vasta filmografía, parece que de un tiempo lejano a esta parte, quizá desde "La edad de la inocencia" (1993), su cine se ha ido acomodando hasta llegar a esta "La invención de Hugo", posiblemente su peor película.
De todos es conocido su amplio conocimiento sobre el cine, ahí están esos documentales donde ha volcado todos sus recuerdos y filias. Así que aprovechando el libro en el que se basa la película, "La invención de Hugo Cabret" escrito por Brian Selznick, decide hacer un homenaje al origen y primeros pasos del cine, todo ello rodado en 3D porque su hija pequeña se lo pide.
En esta película se condensa lo que significó la filmación de las primeras imágenes por mano de los hermanos Lumière, y lo que ello supuso para cierto grupo de personas, entre ellos esos directores pioneros del cine silente a los que homenajea: David Griffith, Charles Chaplin, Buster Keaton y, especialmente, Georges Méliès.
La puesta en escena y la técnica que posee Scorsese se hacen evidentes a lo largo de toda la película, especialmente en ese inicio llenos de travellings y en la escena de la casa de Méliès, cuando el cofre se abre y salen disparados al aire y vuelan todos los proyectos de su creador.
Pero lo que necesitamos son emociones, y de eso carecemos. "Las películas tienen el poder de capturar los sueños", en esta frase pronunciada por la ahijada de Méliès (Chloë Moretz) a mitad de la película, está condensado todo el ideario de lo que debe ser el cine, y todo lo que se echa en falta en esta película. En ningún momento uno ve creíble lo que te cuentan, nunca te sientes atrapado por la historia y todo resulta previsible desde el inicio.

1 comentario:

  1. Se habla y se compara mucho a esta película con “The artist”, por lo del homenaje al cine etc. He visto The Artist y me parece fantástica, pero no la voy comparar con “La invención de Hugo” (ya lo han hecho muchos), y la voy a comparar precisamente con otra francesa, y que es curioso también, de alguna forma optó a los oscars, ya fue candidata francesa a mejor película extranjera: la maravillosa “La guerre est declarée”.

    Y esta si que es un verdadera homenaje al cine y no “La invención de Hugo”. Es curioso como las críticas han alabado una de las peores películas del siglo y en cambio “La guerre est declarée” no solo ha pasado desapercibida en los cines y por el público sino que algunos críticos incluso se han atrevido a menospreciar, con argumentos tan insostenibles y pueriles como que los nombres de los personajes principales “Romeo y Julieta” eran de risa. De risa son los actuales críticos cinematográficos, bueno de risa no, de pena. Porque da pena como el consumidor, llamado antes público o espectador, se deja llevar por esta gente PAGADA por las multinacionales del cine y sus distribuidoras.


    Pero si es de risa. “Maravilloso travelling inicial” he leído por ahí. ¡Por favor! ¿El travelling inicial de Hugo”?, pero si se trata de “dibujitos animados”. ¡Ojo!... de dibujitos animados como la televisiva Heidi de los 70’s, porque a los travellings (ni por supuesto a nada más) de Toy Story 3 por ejemplo ni se le acerca.. Es que no han visto “lo que el viento se llevó”, eso sí es un travelling en una estación. Y hablamos del año 39, ¡¡¡HACE 83 AÑOS, SIN ORDENADORES!!!. ¿Pero de que estamos hablando? si ni siquiera sabemos de que trata la película, ¿de un niño que vive en una estación?, ¿de un cineasta olvidado?. A ver si se aclaran, porque al final no habla de nada ni dice nada. Pobre Melliè, con la imaginación que tenía, se moriría al ver la imaginación en el cine que nos “venden” ahora. Porque imaginación sí que hay, pero por lo visto no interesa que el mundo lo sepa, y esta “La guerre est declarée” es una prueba de ello: una película con imaginación que dice lo que quiere decir, o mejor aún, lo que tu quieras entender. Es una película que emociona sin llevarte a la lágrima fácil, y que por cierto podría haberlo hecho por el duro tema. Una película que te llega a donde tienen que llegar las obras de arte: al corazón. Y no, como “La invención de Hugo”, a donde quieren llevarnos: al consumo, una pelicula tras otra, una entrada tras otra. No pienses, no sientas, solo compra, compra... compra otra entrada más.
    Por cierto, el hecho de que hayas hecho alguna vez en tu vida una obra maestra no te da derecho a tomar el pelo a nadie. Picasso fue sin duda el más grande de siglo XX con diferencia. Pero ¡vaya "cagaditas" que hacía en los años 60! ¡Y a que precios! Pero claro, para algunos era Picasso...
    Puro culto al autor y no a lo verdaderamente importante: La obra en sí.

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