The walking dead, segunda temporada

El final de la segunda temporada de "The walking dead" tiene, al menos, dos puntos de conexión con la primera. El primero es que Rick desvela el secreto que le había confiado el doctor Jenner en el cuartel general del CDC, cosa que habíamos intuído tras la conversión de los finitos en el penúltimo episodio. Este anunciamiento puede condicionar el futuro personal de cada uno de los miembros del grupo, algunos tienen otra razón más para volarse la tapa de sus sesos y desaparecer de este mundo distópico, aunque lo que les va a afectar de manera inmediata es la afirmación, de nuevo por parte de Rick, de que la democracia se convierte en una dictadura, siendo el su máximo y único representante. El que no quiera acatar sus órdenes sabe donde está la salida.
El otro es que vuelven a encontrarse a la intemperie y sin un lugar a donde ir. Si anteriormente tuvieron que salir del CDC porque su autodestrucción era inminente, ahora la granja de Hershel se ha convertido en el pandemónium. Pero un rayo de esperanza aparece en el último plano de la temporada, y aunque resulte contradictorio, esa cárcel que se vislumbra en la lejanía puede ser su nuevo reducto de libertad.
Pero hasta llegar aquí nos hemos tragado un temporada dividida en dos partes. Aunque ya escribí unos pequeños apuntes sobre la primera, ahora voy a intentar hacerlo de una manera global, aunque esa pausa también ha coincidido con un cambio en el desarrollo de la historia. En la primera parte, se intenta perfilar los distintos caracteres de los personajes, principalmente en su forma de actuar y de pensar, en un viaje más interior que exterior, diferenciando a unos de otros y conformando así un grupo heterogéneo. Además la base de operaciones se ubica en la granja de Hershel y sólo se realizan escapadas en busca de Sophia, siendo la presencia de los caminantes esporádica y testimonial.
En la segunda, la definición de los personajes realizada anteriormente desemboca en la búsqueda de la justicia y el sentido común y, sobre todo, en una lucha por el poder de decisión dentro del grupo. En el ámbito de justicia social y unión del grupo es Dale el que lleva la voz cantante y el que quiere que todos se lleven como hermanos, pero claro, si esta tarea no es fácil en un mundo normal, ni te cuento en el infierno. Por lo tanto, cada vez se encontrará más solo en su función de Pepito Grillo, lo que le llevará a perder la fe en la humanidad.
Con respecto al poder, son los dos amigos y compañeros los que porfían por un puesto. Si además se une a lo anterior que ambos desean a la misma mujer, el asunto se complica. La escalada de tensión entre Rick y Shane va en aumento y acaba de la única manera posible, sólo puede haber un macho en la manada.
Así que cuando todo parece que se estabiliza y nuestros protagonistan pueden empezar a vivir tranquilamente en la granja, aparecen los caminantes, o mejor la horda que ha salido de la ciudad en busca de alimento, dispuestos a entregarse a un magnífico menú degustación. El problema es que es poco creíble que este armagedón se haya desencadenado gracias a un certero disparo de una persona que jamás había cogido un arma.
En cuanto a espectacularidad, esta temporada se encuentra varios escalones por debajo de la anterior - ahí estaba esa espectacular ciudad devastada -, y siendo más larga, sus picos y valles se han hecho más evidentes, combinando momentos brillantes con otros tediosos, calificando el conjunto final de entretenido. Por ello, son los dos episodios con los que acaban cada una de las partes los mejores. Mientras en el primero se demuestra a tiros que la única solución de la enfermedad es la eliminación del paciente, una vez infectado ya no hay marcha atrás; en el segundo, tras una lucha en inferioridad y donde la victoria es imposible, siendo la única opción huir, todos los supervivientes vuelven a la casilla de salida con la mochila cargada de experiencias vitales.
Para finalizar nos queda ese misterioso espadachín encapuchado con sus mascotas encadenadas, que seguro dará juego en la tercera temporada que ya está firmada.