viernes, 6 de abril de 2012

Boardwalk empire, segunda temporada

¿Existe el castigo divino? Para Margaret Schroeder, todos los hechos que sobre ella se han precipitado, tanto directa como indirectamente, sólo tienen explicación a partir de la expiación de sus pecados, que no son pocos. En cambio para Nucky Thompson, su compañero de alcoba, como diría un amigo mío, eso son paparruchadas.
Y eso que todo se le empieza a poner en su contra desde el último episodio de la temporada pasada. En él, el comodoro Kaestner, su hijo Jimmy Darmody y su hermanísimo Eli Thompson, deciden hacer piña para arrebatar todo el poder a Nucky. Así, en el inicio de esta segunda temporada el plan está funcionando a pleno rendiemiento.
Le atacan por todos los lados, tanto de manera legal como alegal. Por un lado le imputan cargos en su contra ante la justicia y por el otro, le cortan las vías del suministro de alcohol, además de destruir sus destilerías, intentando llevarse por delante a su colaborador Chalky White.
Además del frente que avanza por Atlantic City, con el comodoro como cabeza pensante y Jimmy como brazo ejecutor, los cachorros ávidos de poder y dinero dan un paso adelante formando un grupo común. Capitaneados por Jimmy, con su inseparable, lacónico, impasible e imperturbable compañero Richard Harrow, y secundados por Al Capone en Chicago y Lucky Luciano en Nueva York, todos quieren tomar el lugar de sus maestros: Nucky, Torrio y Rothstein, respectivamente. Y siendo Nucky su mayor dolor de cabeza para su floreciente negocio y viendo que no da su brazo a torcer aunque lo machaquen diaria y constantemente, sólo existe la opción de quitárselo de en medio, decisión que deberá ejecutar Jimmy para que el grupo no lo fagocite.
Alcanzar y poseer el trono es el leitmotiv de toda la temporada. Evidentemente Nucky no es una persona que se pliegue a los deseos de los demás, y menos si intentan quitarlo del mercado. Por lo tanto, todas las facciones buscarán aliados y socios para sus negocios. Pero el mundo en que habitan estos perspnajes el interés pesonal simpre está por encima del colectivo, por lo que la amistad pasará inmediatamente a enemistad y viceversa.
Además aparecen nuevos personajes que cobran importancia en el desarrollo de la temporada como Charlie Cox, la nueva mano derecha de Nucky procedente de Irlanda, y Manny Horvitz, un capo judío de Filadelpia con el que Jimmy hará negocios. Caso aparte es ese verso suelto llamado Nelson van Alden, al que su paternidad le hará cambiar su vida en todos los sentidos.
El último episodio remata una temporada notable de manera extraordinaria, de nuevo con ese montaje en paralelo donde varias tramas se cierran de manera fulminante y con el epílogo de la familia saldando cuentas. Lo me me deja estupefacto es el anticlímax con que se cierra la temporada, sin ningún cliffhanger al que agarrarse, a vistas de una tercera que ya está firmada.
Para finalizar, y a modo de resumen, me asalta la siguiente pregunta: ¿cuántas vidas tiene Nucky Thompson? Definitivamente, más que un gato.

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