domingo, 27 de mayo de 2012

Un adiós especial de Joyce Farmer

La vida sólo posee una certeza, que la muerte, tarde o temprano, hará acto de presencia. A ciertas personas les gusta dejar este mundo con un cuerpo bello y joven, a otros les acontece su desenlace a una edad temprana de manera repentina, unos pocos llegan a una edad madura con plenas facultades físicas y psíquicas y nos dicen adiós, pero a la mayoría - hablamos del primer mundo - son los achaques y las goteras los que poco a poco van minando la salud de uno hasta que finalmente descansa para siempre.
Este proceso, que puede durar varios años, es el que le ha acontecido a Joyce Farmer con su padre y su segunda esposa. Ella nos lo cuenta/dibuja a través de ellos, como los cuerpos y mentes de sus seres queridos van poco a poco perdiendo sus facultades y se apaga lentamente la llama que les da vida.
Nos encontramos ante un relato plenamente realista, sin ningún tipo de artificio y/o efectismo. En todo momentos somos conocedores de todas las pequeñas zancadillas que la vida les va poniendo a cada uno, a veces siendo conscientes de lo que les espera (el padre) y otras sin saber que demonios está ocurriendo (la madrastra). Nada es gratuito, lo que vemos/leemos es como poco a poco los cuerpos se van descomponiendo interior y exteriormente y con ello todo el mundo que les rodea. Cada día que pasa se hace uno más inútil y más dependiente, las tareas domésticas se van dejando de lado y hasta el acto más simple y natural - por ejemplo asearse -se convierte en una odisea.
Para Joyce, plasmar este descenso a los infiernos no ha debido ser nada fácil. Ha necesitado 13 años de su vida para completarlo y ha tenido que cambiar su identidad dentro del cómic, supongo, para que no se le hiciera insoportable, y así verlo desde otra perspectiva, rememorar de manera exacta por todo lo que pasó. Posiblemente su trazo feísta y, a veces, desequilibrado en las proporciones, pueda echar hacia atrás, aunque lo que es indudable es que uno no puede desviar la mirada de lo que se encuentra por delante, aunque sepa que lo que va a venir a continuación no va a ser agradable y siempre va a ir a peor. La conexión con los personajes es inmediata, ya que sabes que en cualquier momento te puede pasar a ti, directa o indirectamente, y todo está tratado con el mayor de los respetos, sin adentrarse en el sentimentalismo ni en el sensacionalismo; lo que se ve son hechos cotidianos realizados por personas a las que les es imposible valerse por ellas mismas.
Un cómic excepcional, que como dirían Los Enemigos, "La vida mata".

No hay comentarios:

Publicar un comentario