lunes, 23 de julio de 2012

The fades, primera temporada

En los últimos años de su mandato como papa, Juan Pablo II dio uno de los titulares más sorprendentes de los últimos años: "el infierno no existe".
Pero si el infierno no existe, ¿dónde se encuentran aquellas almas que no han podido alcanzar el cielo? Ésta puede ser, en parte, la premisa que da origen a esta serie. No existe peor infierno que no poder ascender y quedarse en tierra, vivir otra vida desde la sombra, en la que también envejeces, viendo pasar por delante de tus narices lo que le va ocurrir a tus seres queridos sin poder hacer nada para con ellos.
Si a lo anterior le sumamos que a la persona que amabas sólo se ocurren desgracias, gracias a la colaboración de sus familiares más cercanos, convirtiéndose en un saco de golpes, rompiéndose y pudriéndose por dentro, escapándose su vida por un sumidero; el odio y la rabia que se siente por ello hace que sólo desees clamar venganza sobre la humanidad.
Y es uno de esos seres hastiados, John (Joe Dempsie), el que encuentra la manera de salir de su encierro y hacerse corpóreo, con un objetivo entre ceja y ceja: dominar el mundo y que éste se arrollide a sus pies, sólo su nueva raza habitará la Tierra.
Pero a estos seres que pululan por la tierra como espíritus sin rumbo, los fades del título, hay ciertas personas que sí son capaces de comunicarse con ellos, los angélicos. Su misión es ayudarles en su larga espera hasta una nueva muerte y de mantener el orden dentro de su sociedad, además de tener otros poderes como el de sanación.
Pero ante la aparición de John, este grupo se encuentra indefenso, y será la incorporación de Paul Roberts (Iain de Caestecker), un chaval del instituto que sufre pesadillas sobre un mundo apocalíptico, el clavo al que se agarren.
Cómo maneja Paul esta situación en la que se encuentra, salvar el mundo o llevar una vida normal, la manera de relacionarse con los demás, actuar con cabeza ante los dilemas que se le aparecerán, hacen que la serie no sólo se convierta en el típico producto, tan de moda ahora, de los muertos vivientes.
Con múltiples referencias al cómic (Spiderman, Alan Moore, Neil Gaiman...) y a las películas de ciencia ficción (Star Wars, Matrix, E.T.,...), esta primera temporada aúna el terror, con la acción y el drama de manera notable en seis episodios.
A destacar los sensacionales "anteriormente en ..." del inicio, donde el inseparable amigo de Paul, Mac Armstrong (Daniel Kaluuya), nos resumirá lo ocurrido de manera singular y portentosa. La segunda temporada ha sido cancelada, la crisis está en todos lados.

2 comentarios:

  1. ¡Valiente monstruo empezar así el post, con la frase del Papa Juan Pablo II! Bueno, pues tendrás que leer un poco más de aquella intervención y de lo que dice el Catecismo de la Iglesia Católica sobre el infierno: sí que existe, encontra de lo que Dios quería y respetando nuestra libertad y la de los ángeles, pero como explicó Juan Pablo II, NO es un lugar físico..., como el Cielo...Vamos, que si cabas un "bujero" en la tierra, no llegas al infierno con las llamas..., y si vas en un cohete al "infinito y más allá", tampoco llegas al Cielo, ¿Lo pillas? ¡Que monstruo es mi Morales! Un abrazo. Iván

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    1. Pues lo mejor será disfrutar de los momentos que nos depara nuestra vida, y si la cosa se pone mala, subirnos a un caballo y gritar:"corre como el viento, Perdigón".

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