viernes, 24 de octubre de 2014

The Knick, primera temporada

La cadena HBO lleva muchos años en el negocio de la televisión por cable y la notoriedad de sus series han hecho de ella el espejo en donde mirarse. Pero no por ello otras cadenas, en apariencia menores, pueden disponer de sus mismos recursos para alumbrar nuevas propuestas de calidad.
En este caso es Cinemax quien apuesta por el equipo formado por el tándem Jack Amiel y Michael Begler en el guion y con Steven Soderbergh en la dirección, para intentar extrapolar el excelente resultado que le ha dado a su rival "True detective". De nuevo, han dado en el blanco.
En un magnífico primer episodio, "method and madness", nos plantea las coordenadas sobre las que va a avanzar la serie y sus personajes, presentándonoslos uno a uno en perfectos y sutiles encadenados, complementando la acción con un extemporáneo y adictivo score a cargo de Cliff Martinez.
Nos encontramos en el Nueva York de 1900, donde la medicina avanza a pasos agigantados. Entre los muchos hospitales de la ciudad se encuentra el Knickerbocker - the Knick - donde trabaja John Thackery, un inconmensurable Clive Owen como trasunto de William Stewart Halsted, que tras la enésima pérdida de una paciente por parte de su mentor J. M. Chistiansen y sus implicaciones asociadas, se hará cargo del departamento de cirugía.
Unos cirujanos que bien pueden ser considerados por ellos mismos carniceros, ahí se encuentran los cerdos para hacer los estudios previos y así se plantea en los seminarios, pero que también tienen la capacidad de inventar nuevos protocolos de actuación y que además vislumbran que la tecnología que se está desarrollando en otros ámbitos, puede ser adaptada a sus necesidades mediante pequeñas modificaciones.
Es por ello que el ego de algunos profesionales esté por encima del bien social. La idea de pasar a la posteridad puede jugar malas pasadas, tal como le ocurre a Thackery. Enganchado a la cocaína, droga legal en esos tiempos aplicada a la medicina, por la mañana y al opio por la noches en el local de Ping Wu, se encuentra en una espiral sin fin. Es la única manera de mantenerse estable y preparado para entrar en acción en el teatro de operaciones.
Pero "The Knick" no es sólo Thackery, junto a él se encuentra todo el personal que hace funcionar el hospital, desde el encargado de la ambulancia hasta el director, pasando por la mano que los alimenta a todos, el filántropo August Robertson (Grainger Hines), que impondrá a su hija Cornelia (Juliet Rylance) como responsable de la oficina de bienestar social y a su protegido Algernon Edwards (Andre Holland) como segundo en el equipo de cirugía.
Gracias a estos dos personajes la serie no se convierte en un simple procedural, de hecho tiene poco de ello, en donde sus operaciones nunca escatiman en sangre y vísceras, y tensión y acción, sino que su mirada sea mucho más amplia. Ambos son el punto de partida para tratar temas como racismo y la situación de la mujer en el mundo laboral.
Soderbergh ha comentado que no ha realizado una serie de diez episodios, sino una película de diez horas, en donde sus personajes finalmente acabarán enfangados en el último y memorable capítulo "Crutchfield". Todos y cada uno de ellos se encontrarán sumidos en un pozo de desolación, a causa de sus (erróneas) decisiones personales, del que una salida airosa se contempla complicada. La segunda temporada ya confirmada, los pondrá en el ojo del huracán.

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